Una de las principales noticias del nuevo iPhone 15 es precisamente el hecho de que se incluya un puerto USB-C, diciendo adiós a una década de cable Lightning que ha acompañado a diversos productos de la compañía de Cupertino como el iPhone, el iPad o los AirPods.
Sin embargo, si quieres aprovechar el puerto USB-C de tu iPhone, deberás comprar por separado un carísimo cable que te venderá Apple. La tradición de vender accesorios a un coste disparatado sigue presente en la empresa norteamericana, que sabe que hace buena caja con estas limitaciones, ¿qué te parece a ti? A nosotros desde luego tampoco nos sorprende.
Al menos así lo ha informado el analista Ming-Chi Kuo. Al mismo tiempo, un usuario de Twitter (ahora X) ha dicho tener acceso a los nuevos cables USB-C Thunderbolt de Apple, notificando no sólo que tienen un grosor notablemente superior a los cables de 1,5 metros que se incluirán en la caja del iPhone, sino que además es notablemente más corto, para ser exactos tan sólo 80 centímetros.
Data transferring cable for iPhone 15 Pro- which sold separately. Up to 120W Charge, features USB4 Gen2. Length 0.8m.(Different than existing thunderbolt one)
(Already got this since feb)(DVT Sample)#Apple #appleinternal pic.twitter.com/M5genGQ2NK— Kosutami (@KosutamiSan) August 25, 2023
En este sentido, la conexión estándar con el cable incluido en el iPhone 15 estará limitada al básico USB-C 2.0, con velocidades de transferencia de 480 MBps (igual que el cable Lightning), sin más funciones de las esperables. Sólo los modelos «Pro» del iPhone 15 tendrán acceso a un puerto USB-C Thunderbolt 3.2.
Sea como fuere, el cable USB-C Thunderbolt que Apple vende en su tienda oficial tiene un espectacular coste de 149€, mientras que un equivalente de Belkin, una marca contrastada y que habitualmente trabaja productos MFi, costaría tan sólo 30€. Por tanto, podemos imaginar que el nuevo cable USB-C Thunderbolt para tu iPhone 15 pro costará alrededor de 60€.
La enésima ocasión en la que Apple apuesta por vender por separado un producto que está pensado y es estrictamente necesario para aprovechar las funcionalidades nativas del dispositivo.